Como ya sabemos el Factor de protección solar (SPF) es aquel número que viene reflejado en el envase de cualquier protector solar, puede ser SPF 50+, 30,20,15,10……
Pero… ¿Qué significa realmente este número? ¿Cuál debo utilizar? ¿Consigo broncearme si uso Protección Solar?
El Sol es fundamental para nuestra vida, mejora nuestro estado de ánimo, aumenta nuestras defensas, nos da energía, es la principal fuente de vitamina D… Personalmente soy de las que me encanta tomar el sol en verano y broncearme “momento tumbona” pero también soy muy consciente de todo lo negativo que nos produce. Así que no tenemos más remedio…¡¡Podemos tomar el sol, pero con protección!!
Día a día, en la farmacia, vemos que mucha gente no usa protección porque tiene la idea de que el protector es algo que solo hay que utilizar en la playa, ya que no es agradable para usarlo a diario piensan que es pastoso, blanquecino, deja rastro en la piel…. Y la verdad es que están muy confundidos, en los últimos años han salido productos con texturas muy agradables, adaptadas a cada tipo de piel y gusto, hay muchísimas variedades… ¡¡incluso fotomaquillaje!!

Así que como para que usemos algo lo primero es que nos guste, tenemos que elegir el mejor protector para cada uno, que cumpla todos nuestros requisitos y sobre todo que sea agradable a la hora de aplicar.
Lo primero es saber que SPF necesita nuestra piel.
Este número indica el tiempo que podemos estar expuestos al sol de forma protegida frente a la radiación UVB, para evitar que se produzca eritema en la piel (quemaduras)Y… ¿Qué determina que necesitemos un SPF u otro?
Básicamente depende del Fototipo de piel que tengamos, pero también hay que tener en cuenta si tenemos algún problema en la piel o si estamos usando medicamentos fotosensibilizantes.Existen 6 tipos diferentes de Fototipos de piel
Su clasificación depende de los rasgos físicos: color de cabello, color de ojos, tipo de raza… pero sobre todo depende de la cantidad y tipo de melanina que tenga nuestra piel de forma natural.
La melanina es el pigmento que nos da color a la piel (pieles más claras o más oscuras) y ésta es su principal defensa, cuando la piel sufre un daño una de las vías más importantes para defendernos es la producción de melanina por parte de los melanocitos, esto se traduce en:
- Pieles con menor nivel de melanina (menor defensa natural) necesitan mayor aporte de protección externa
- Pieles con niveles más altos de melanina (mayor defensa natural) necesitaran niveles más bajos de protección externa.

Para entenderlo un poco mejor…. Pongamos un ejemplo:
Si una persona que tiene Fototipo I se expone al sol sin protección solar, tarda 3 minutos en sufrir un eritema en la piel:
Si esta misma persona se aplica SPF 50+ tardará 2,5 horas en sufrir eritema.
(3 min x 50) = 150 min /60 = 2,5 horas
Entonces…. Si una persona tarda 25 min en sufrir eritema sin SPF y usa SPF 50+… ¿Estará protegida durante 20 horas?… No, esto tampoco es así de sencillo…,Tenemos que ser conscientes de que este cálculo de tiempo está basado en si aplicamos la cantidad adecuada en todo nuestro cuerpo: 2mg/cm² y esto no lo hacemos… Si lo cumpliéramos un envase de protección solar corporal ¡¡Nos duraría una semana por persona!! ¿Quién gasta un protector solar por semana? En la farmacia, a menudo nos consultan si se puede usar el protector que les sobró del año pasado… ¿Cómo puede sobrar protector solar de un año para otro… si además hay que usarlo todos los días del año?
Por este motivo, de forma general, se recomienda reaplicar la protección sea el SPF que sea cada 2 horas
Debido a que el SPF va bajando según pasa el tiempo de aplicación y no se queda de manera permanente en nuestra piel. De esta manera nos aseguramos estar siempre protegidos.
Hasta aquí ya hemos visto que SPF necesita cada piel para no quemarse… pero también sabemos que el sol produce muchos efectos dañinos, no solo quemaduras.
Así que lo ideal es utilizar Protectores solares de amplio espectro. ¿Qué quiere decir esto? Que nos proteja frente a todas las radiaciones nocivas (no solo frente a quemaduras – UVB). Debe llevar filtros frente radiación UVA, UVB, luz ultravisible e infrarojos.
Ahora ya puedes elegir el protector solar que mejor se adapte a tu tipo de piel, busca el más agradable para ti, el que mejor te deje la piel, ¡Así no habrá día que salgas a la calle sin él!, y por supuesto encuentra un producto efectivo frente a todos los daños.
¡¡Este verano no dejes que tu piel sufra!!
Laura Díaz Fernández
Farmacéutica Adjunta