Síndrome postvacacional

¿Qué es el síndrome postvacacional?

El síndrome postvacacional es una entidad a la que se le está dando cada vez una mayor importancia, aunque no está aceptada como enfermedad en las principales clasificaciones internacionales. Se trata de un proceso generado en los últimos tiempos y posiblemente debido al estilo de vida actual.

Se define como un estado genérico de malestar, acompañado de síntomas físicos y psíquicos, debido al proceso de adaptación necesario cuando se entra de nuevo en contacto con la vida activa. No afecta a todas las personas.

¿Qué síntomas pueden aparecer?

Lo habitual es padecer a la vuelta de vacaciones un cuadro de debilidad generalizada y astenia. Puede haber problemas de insomnio que conviven con una somnolencia importante a lo largo del día. También puede haber problemas de concentración o incluso sensación de angustia, siempre de una intensidad variable en función de quién lo presenta.

¿A quién afecta?

En general a personas jóvenes (menores de 40-45 años), a las que se reincorporan al trabajo de forma brusca (el día después de volver de un viaje), personas que no están cómodas en su trabajo o que tienen problemas de agotamiento o desencanto con el trabajo que realizan.

¿Qué se puede hacer?

Lo más importante es adoptar una actitud positiva y constructiva.

A medida que se acerca el fin de las vacaciones es aconsejable una vuelta progresiva, aunque no sea completa, a la rutina habitual.

Si a la vuelta de las vacaciones se produce un enfrentamiento a un trabajo acumulado durante el periodo estival, se pueden seguir algunas recomendaciones.

  • En primer lugar, ordenar la mesa de trabajo evitando los montones caóticos y posteriormente organizar la agenda, estableciéndose un plan de lucha real que intente afrontar las tareas pendientes con un orden de prioridades.
  • Incorporar en los hábitos diarios cosas que has realizado durante el verano, como practicar ejercicio físico. No olvidar seguir con una alimentación equilibrada en la que no falte frutas y verduras.

Si en un periodo de unos 15 días, su situación no se ha solucionado, no dude en consultar a su médico o a su farmacéutico para que le aconsejen.

 

Fuentes: Clínica Universitaria de Navarra. Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria.

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